Claridad en la Toma de Decisiones

Respirar bien para decidir mejor

Toda decisión es una reacción bioquímica antes de ser un pensamiento lógico. El cerebro evalúa opciones a partir de sensaciones, percepciones y emociones, no de ideas abstractas. Cuando la respiración es ineficiente, el exceso o déficit de CO₂ distorsiona el pH cerebral, altera la excitabilidad neuronal y nublan el juicio. Por eso las decisiones impulsivas suelen acompañarse de respiración agitada.

El individuo con Respiración Mejorada ha entrenado su sistema respiratorio para mantener estabilidad interna bajo estrés. En él, el CO₂ se convierte en aliado: amortigua la excitabilidad, mantiene la oxigenación constante y conserva la claridad cognitiva. Desde ese estado fisiológico equilibrado, las emociones no se suprimen: se canalizan.

Así surge la claridad decisional BLW: decidir no desde la urgencia, sino desde la coherencia; no desde la tensión, sino desde el dominio del propio sistema. Respirar mejor no solo prolonga la vida: afina la inteligencia con la que se vive.